Una de las más recientes campañas de concientización de la ONG Greenpeace Internacional está orientada al tema de la deforestación de los bosques tropicales de Indonesia, como parte de la extracción de aceite de palma.
Así como hace un tiempo la ONG apuntó hacia Apple como parte de su campaña contra residuos y desechos industriales (Greener Apple), esta vez está apuntando hacia una de las principales marcas de productos de belleza, que echa mano de esta materia prima como lo es Dove de Unilever.
Por supuesto, Greenpeace ha tomado ciertos elementos de la publicidad y comunicación de Dove para entregar su mensaje a los consumidores, lo cual podría ser asociado con otras discusiones sobre la “hipocresía” de esta marca. Específicamente, se trata de un spoof al spot Dove Onslaugt.
Es muy preocupante la situación que señala el anuncio. En unos 15 años, el 98% de los bosques de Indonesia habrá desaparecido, un dato por demás escalofriante y que no es exclusivo de la región citada como se puede leer en la Wikipedia.
Sin embargo, no me resulta totalmente convincente el tomar a una sóla marca como estandarte de esta problemática ambiental cuando, en honor a la verdad, casi toda la industria está inmiscuida en el asunto. Esa sería mi única crítica; el acierto es comunicar un problema que quizá nos suene lejano, pero con la cual podemos participar desde nuestros propios hogares.
La campaña Green My Apple logró mover a Apple, obligándolo a tomar acciones y a transparentar un poco sus actividades en los aspectos demandados (por lo menos en el papel) y fue importante porque la base de la comunicación fue por medio de un viral y de un microsite. Veremos cuál es la respuesta de Unilever que, aunque reitero no es la única empresa involucrada, finalmente tiene parte de responsabilidad y debe asumirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario